viernes, 8 de febrero de 2008
miércoles, 30 de enero de 2008
NOMEDITES 5 & 6
Virgilio en alguna parte
eliseo alberto
Esther en alguna parte es un homenaje descomunal a Virgilio Piñera. Es la historia de una amistad entre dos hombres mayores que dura apenas cuarenta días. El tema de esa novela es probar que existe la amistad a primera vista, así como el amor a primera vista.
Yo quería hacer un homenaje al teatro,
“Y el corazón, como un enorme salón abandonado”.
También está otra de mi padre:, como en todos mis libros
“¿Por qué sin más te dejas morir, si no hay locura mayor que irse a dormir con sombras viejas?”
lunes, 28 de enero de 2008
RICARDO CASTILLO EN NOMEDITES 5
La lengua en tríada
(De Il re Lámpago)
De dónde proviene tanta azalea revocada por las centenas orsas de la puntual reliquia, de dónde tanta tersura extraditada por las volátiles cenizas de lato hartazgo y alharaca. No se puede detener la troya que arde como coagulación de la tormenta, no se puede dominar el ducto abierto por el dromedario. Son apenas el cálice de remotas caloras tan de sí cenitales que ceden sólo al provecho de un nervio rendido a favor del colosal Sol, mi gran roedor.
Galápago asoma con seña y sin tiento en el santo rincón de un derrumbe de tierra, germina el ósculo caudal en las lumbres de un tallo, talismán en la corona de pelaje sedoso sediento imposible mente sedentario. Aquí nace la boca y el instrumento taladro de bajo espectro en los oráculos. Aquí nace el gesto y la aureola seducida por el himen visual de los meteoros. Engratecida gesta y gime su corolario bautismal la fugitiva en cada pozo del significado. Humectante piedra, nube en el piso, sin llover.
2007
Viernes 17 de junio en Oaxaca. Dentro de media hora, Nine Rain dará un concierto en el teatro Juárez. El poeta infra Edgar Altamirano camina rumbo al sitio, dilatando el tiempo con su mesura y sus achaques. Se detiene en una esquina y ve el cartel, sonríe, piensa en las calles grises de Chilpancingo, en los muros con pintas de consignas incendiarias, en el dolor de sus pies, en el hambre, en su glibenclamida.
PARA ESCUCHAR
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
WWW.MYSPACE.COM/NOMEDITESS
miércoles, 19 de septiembre de 2007
miércoles, 15 de agosto de 2007
sábado, 11 de agosto de 2007
viernes, 27 de julio de 2007
LA REALIDAD NUTRE, LA IMAGINACIÓN DISPONE
La realidad nutre, la imaginación dispone
Raúl Silva
“La poesía mexicana se divide en 2: la poesía mexicana y el infrarrealismo”, escribió Mario Santiago en un extenso poema que a principios de 1985 publicó la revista Casa del tiempo. Más allá del ánimo sentencioso y arrogante, la declaración es una manera de volver a pintar la raya ante la cultura oficial y adquiere un tono certero 22 años más tarde. En ese poema, Mario Santiago delineó algunos signos del devenir infrarrealista:
Nuestra lengua ha sido púa
Es sandía / chorreante vagabunda de ancha risa
Aventura que nos ha abierto escoriaciones
Lo que éramos lo somos en el crescendo de los ecos
A tales hombros: tales caderas
A estos tobillos / aquellos pasos
El aprendizaje de la limpieza al escalpelo*
(…)
: azar turgente :
Nuestra raíz está hablando
/no el lenguaje del Poder y sus taquillas
sus tarifas : sus castigos : muecas cínicas : su estertor de vanidades/*
Decir que el Infrarrealismo nació entre 1975 y 1976, cuando Mario Santiago y Roberto Bolaño se conocen en la ciudad de México es confirmar que el Infrarrealismo comenzó a germinar hacia 1974, en el taller de poesía que impartía Juan Bañuelos en Ciudad Universitaria. Cansados de pedirle al maestro que les enseñara otras formas poéticas y que invitara a sus amigos escritores para compartir experiencias, optaron por un camino drástico. Mario Santiago redactó una carta de renuncia donde Bañuelos se acusaba, entre otras lindezas, de “menopausia galopante”. El poeta se quedó estupefacto al leer lo que no había escrito y debía firmar como propio. Con una sonrisa nerviosa les dijo “¡Qué buena broma, muchachos! ¡Qué buena broma!”. Pero no se trataba de una broma. La anécdota prefigura el espíritu infra. Por supuesto que Bañuelos conservó su taller y los muchachos irreverentes debieron irse desnudos bajo el arcoíris de fuego. Lo que habían hecho era una acción demasiado ruda para la formalidad de las instituciones culturales mexicanas: cuestionar a la autoridad, ¡válgame dios! Otro momento que prefigura el parto infra es Zarazo, una hoja de poesía cuyo único número único incluyó textos de Mario Santiago, del Movimiento Hora Zero de Perú y de los Beats de Estados Unidos. El Infrarrealismo surgió también con el mítico encuentro de Mario Santiago con los hermanos Ramón y Cuauhtémoc Méndez, en los talleres literarios, las lecturas en Casa de Lago y la librería Gandhi.
Para la historia de la literatura mexicana, el Infrarrealismo no existe. O es, apenas, una nota de escándalo. Muy pocos han buscado en su literatura una razón de ser, a pesar de que las huellas allí están: Correspondencia Infra (1977), Pájaro de calor (1976), el primer libro de Roberto Bolaño: Reinventar el amor (1976), la antología Muchachos desnudos bajo el arcoíris del fuego, que Roberto Bolaño seleccionó para la editorial Extemporáneos, con presentación de Efraín Huerta y prólogo de Miguel Donoso Pareja, en 1979. En los ochentas y noventas, ya en México o en Barcelona, se publicaron
¿Cómo explicar, entonces, el desdén hacia el Infrarrealismo? Roberto Bolaño le respondió así al periodista Fernando Villagrán, en una entrevista para Arcoíris de Chile:
Básicamente, lo que molestaba mucho al status de la literatura mexicana era que no estábamos con ninguna mafia, con ningún grupo de poder. En la literatura mexicana de aquella época, y supongo que en esta también, siempre ha habido parcelas y clanes, señores de la guerra con sus samuráis y nosotros no estábamos con ninguno. No estábamos con la izquierda, una izquierda stalinista, dogmática, dirigista, ¡ una izquierda espantosa, vaya!. Ni con la derecha exquisita, que de exquisita prácticamente no tenía nada, una exquisitez llena de polvo. Ni con los vanguardistas, que lo único que les interesaba era ganar dinero y además hacían una vanguardia periclitada hacia mucho tiempo atrás. Nosotros lo que hacíamos era molestar. Recuerdo que alguien, en su único minuto de gran inspiración, llegó a publicar un texto donde decía “Que Bolaño se vaya a Santiago y que Santiago también”, porque no nos aguantaban en México, de verdad, era un odio total, no nos querían para nada. **
El Infrarrealismo no se disolvió cuando Bolaño, Montané, Rosas Ribeyro y Piel Divina se van a Europa, Harrington regresa a Chile, Mario Santiago se pierde un tiempo en Israel, Rubén Medina emigra a Estados Unidos. Cierto, su destino parece impregnado de un devenir en marea desbordada que borra huellas, pero sus embarcaciones tienen un sólido timón y no han dejado de navegar. En su poesía está la seña inequívoca de una obra intensa y extensa que refleja varios momentos luminosos de la poesía mexicana, o, más bien debiera decir: de esa otra parte de la poesía mexicana, el infrarrealismo.***
* Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el infrarrealismo pero temía preguntar, publicado en marzo de 1985 en la revista Casa del tiempo, número 49/50.
** La entrevista con Roberto Bolaño es del programa Off the record, de la televisión chilena por Internet: Arcoíris. http://es.arcoiris.tv/
viernes, 20 de julio de 2007
viernes, 13 de julio de 2007
martes, 19 de junio de 2007
domingo, 17 de junio de 2007
Steven Brown, Alejandro Herrera & Edgar Altamirano - NOMEDITES EN OAXACA
NOCHE DE POESÍA ENTRE VAGONES
En las bodegas de la vieja estación de trenes, poetas infrarrealistas, oaxaqueños y sonorenses, compartieron con los escuchas algo de su quehacer
Por Alicia HUERTA CORTEZ
La lluvia que cayó sobre la ciudad de Oaxaca la noche del sábado no impidió la realización de la velada poética organizada por
Durante la noche, mientras la humedad que calaba los huesos iba cediendo ante las copas de vino tinto y el mezcal, ante las charlas leves y las luces tenues, ante el mito de los real visceralistas cimentado por Roberto Bolaño, mientras unos atendían los poemas musicalizados y otros a su ligue, el ambiente fue haciéndose ameno.
El motivo central de la noche fue la presentación del número más reciente de la revista sonora “Nomedites”, dirigida por Raúl Silva, que es dedicada al infrarealismo, un movimiento poético que ha sido calificado por algunos críticos como un evento en la poesía mexicana sólo interesante para los historiógrafos de la literatura, por algunos de sus lectores como la segunda vanguardia en México, después de los estridentistas, y por sus seguidores como la única vanguardia, la más atrevida, la más insurrecta.
Los primeros en leer fueron los infras Edgar Altamirano y Pedro Damián, quien toda la noche usó una máscara de color púrpura. Los infras leyeron mientras los músicos de Nine Rain (Steven Brown y Alejandro Herrera) tocaban instrumentos como el saxofón, la jarana y otros con los que otorgaron a los poemas un ritmo y tonalidades distintas a la sola voz. Al mismo tiempo eran proyectadas algunas imágenes, incluidas en la revista sonora, de los infras, varias décadas atrás. Una multisensorial conjunción de los lenguajes.
Por parte, de Oaxaca leyeron su trabajo Luis Manuel Amador y Alonso Aguilar Orihuela, y el sonorense Juan Manuel Sarabia, de visita en la ciudad por el taller de poesía “El bosque sin senderos”, del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
“Nomedites” es una publicación que tiene un lustro deambulando entre poetas jóvenes, músicos, pintores, diseñadores, promotores artísticos, centros y foros culturales, parques y banquetas. El año pasado fue apoyada por la beca Edmundo Valades para edición de revistas independientes. El número más reciente incluye fotografías de los infras, la voz de algunos de ellos leyendo poemas de su autoría, canciones del grupo Nine Rain, que aparecen en su más reciente disco, “México Woke Up”, y cartas escritas por Roberto Bolaño al poeta Mario Santiago Papasquiaro.
En una de las cartas, Bolaño, estando en Barcelona, dice a Papasquiaro que está por terminar una novela “donde tu te llamas Ulises Lima”. Hoy esa novela: Los detectives salvajes, el movimiento infrarealista –que en la obra fue nombrado por el chileno como realvisceralista—, las peripecias de aquellos hombres y mujeres, son un mito.
(en El Imparcial de OAXACA)